Título original: La Vérité sur l'affaire Harry Quebert.
Autor: Joël Dicker.
Saga/Autoconclusivo: AC.
Editorial: Alfaguara.
Leído en: Español.
Sinopsis: En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor -Harry Quebert, autor de una aclamada novela- y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado y acusado de asesinato al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín. Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras busca demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad sólo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.
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Con La verdad sobre el caso Harry Quebert, Joël Dicker nos presenta lo que parece otro libro más de misterio y resolución de asesinatos, pero al contrario de lo que pueda parecer, resulta ser un libro con bastante contenido que no se hace excesivamente pesado por la facilidad del autor de atraparte con su forma particular de escribir.
La trama del libro se basa en la desaparición de una chica de 15 años, de nombre Nola Kellergan, en el verano de 1975. A su vez, nos permite aprender bastante de un mundo al que no estamos acostumbrados a leer. Dicker nos habla del mundo editorial, de la creación de un libro que muestre una verdad sobre un caso, de cómo de implicados están los escritores con la fundamentación de su historia en ciertas verdades, de cómo las editoriales meten presión a los escritores, del uso de los ghost writers, e incluso de la caída a la que se enfrentan de escribir un libro basado en hechos que resulten ser erróneos.
En cuanto al tema de la escritura, da la sensación en todo momento de que Dicker utilice una voz diferente para cada personaje, haciendo que la lectura sea rápida en momentos cruciales y lenta en otros no tan importantes. Puedes predecir en todo momento cuándo va a ocurrir algo importante en la trama con solo atender a la forma de escribir del autor de la misma forma que en una película de terror puedes adivinar cuándo va a salir el espíritu en pantalla con tan solo atender a la banda sonora. Es un recurso que no se suele ver en un género que suele estar siempre escrito en un ritmo constante, dando generalmente un giro de los acontecimientos al final que permite al lector ser detective por un rato.
A la vez, el vocabulario utilizado es amplísimo, al igual que la construcción de la mayoría de los personajes, de los cuales se puede apreciar un gran desarrollo psicológico dentro de la novela. Parece ser que Dicker quería presentarnos a todos los personajes de una forma muy dócil hasta que se descubriera que todos los habitantes de Aurora que se nos presentan tienen algo que escondieron aquel verano de 1975 en el que desaparece Nola.
En cuanto a la trama, está dividida en tres partes, de las cuales solo la tercera está llena de giros. El resto de la novela se hace lenta hasta un punto de tener que apuntar en un papel los hechos importantes para la trama (en 300 páginas -la mitad del libro- había 13 hechos esenciales para la trama). Podría decirse que las dos primeras partes son para introducirnos de lleno en el verano de 1975 con Harry y Nola, así como el verano de 2008 y saber todo lo que pareció ocurrir según un informe policial de la época, a la vez que Goldman comienza a investigar y a encontrar pistas sobre lo que realmente ocurrió.
Si bien es cierto que el ritmo es lento, no deja de ser esencial que ocurra todo para poder entender y explicar el final del libro. Igualmente se puede observar que delante de todos los capítulos hay un pequeño texto en el que se muestra una conversación entre los protagonistas de la novela (Harry Quebert y Marcus Goldman). En él se nos explican 31 puntos sobre los que escribir un libro. Al principio no se llega a entender muy bien el porqué de estos extractos, pero cuando en la mitad del libro ves que lo que estás leyendo te está adelantando parte de lo que va a ocurrir en la trama acabas alucinando con la cantidad de información que te ofrecen en menos de una página.
En cuanto a una valoración a nivel personal, creo que Dicker es un autor excelente, y de no haber llevado unas expectativas tan altas, la sensación al haber terminado el libro hubiera sido de 10. No estoy diciendo con ello que el libro no me haya parecido bueno, sino que, en su conjunto, las partes lentas se me hicieron demasiado pesadas, al igual que todo el arco de la relación entre Harry y Nola, que lo vi excesivamente azucarado. Aún así, no todo es negativo y los cinco últimos capítulos me dejaron prácticamente sin habla. Si Dicker me tenía pegado al libro en las dos primeras partes, en la tercera no podía quitar los ojos de él. Hay giro tras giro, y cuando se supone que sabía quién es el culpable, el autor volvía a plantar alguna prueba que hizo que al final dudara hasta de mí mismo.
En resumen, es un libro con muchísimos giros, un vocabulario excesivamente amplio, una ciudad algo turbia y una trama de asesinato digna de la mismísima Agatha Christie.
7/10
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